"

Acto I

Personajes

EL CONDE PARTINUPLÉS

EL REY DE FRANCIA, viejo

ROSAURA, hija del emperador de Constantinopla

ALDORA, prima de Rosaura

LISBELLA, dama

GAULÍN, gracioso

ROBERTO DE TRANSILVANIA

EDUARDO DE ESCOCIA

FEDERICO DE POLONIA

CLAUSO

EMILIO, viejo

ARCENIO, caballero

VIEJO

PESCADOR 1

PESCADOR 2

CRIADO 1

CRIADO 2

FAVIO

LUDOVICO

CELIA

ALDORA

Pensativa, prima, te has quedado.

 

ROSAURA

No encuentro, Aldora, satisfacción en mi suerte.

Aquellos anuncios temo.

No sé si habré de elegir a algún ingrato por dueño.

Quisiera yo, prima mía, 

ver y conocer primero a estos caballeros

que mis vasallos me han propuesto.

Y si de alguno me agrada el arte, la presencia, el ingenio,

conocer su condición

y leer en lo más profundo de su alma,

el corazón, el agrado, discurso y entendimiento.

Comprender la intención, examinar la naturaleza

de su corazón en lo apacible o en lo ambicioso y necio.

Pero si nada de esto puedo saber, 

y me he arrojar al mar profundo de elegir por marido a un hombre

que ha de gobernar este imperio y mi alma con total libertad,

quizás ambicioso o ciego,

¿qué gusto puedo tener cuando, ¡ay, Dios!, 

me considero esclava, siendo señora y vasalla, siendo dueña?

 

ALDORA

Piensas con sensatez.

Mas es imposible penetrar en los secretos

de los corazones y del alma.

Lo más que yo puedo hacer por ti, 

pues sabes mi habilidad con las artes mágicas,

es enseñarte primero, en carne y hueso,

a estos príncipes propuestos.

Y si es posible conocer las causas por los efectos,

viendo en lo que se ocupan

será cosa fácil saber cuál es sabio,

cuál arrogante o modesto,

cuál prudente o estudioso

cuál amoroso y cuál tierno.

Y asimismo, es necesario que te decidas por alguno de ellos

antes de que, en su presencia, la vergüenza te impida elegir

 

ROSAURA

¡Oh, Aldora! Cuánto te debo.

Si quieres hacer lo que dices, pronto, prima, pronto, pronto.

Pues sabes que las mujeres pecamos casi siempre de curiosas.

Haz tu magia, ejecuta tus prodigios, .que ya me muero por verlos

 

Aldora recurre a las artes mágicas.
Aldora ayuda a Rosaura con artes mágicas.

ALDORA

Pronto los verás; escucha.

 

ROSAURA

Con toda el alma te escucho.

 

 

ALDORA

Espíritus infelices que en el reino espantoso vivís, 

por esas negras llamas sin luz y con fuego,

os llamo, os apremio y mando

que juntos mostréis al mismo tiempo,

a los excelentísimos príncipes, de la manera en que estén:

de Polonia, Federico, de Transilvania, Roberto,

de Escocia, Eduardo, de Francia, Partinuplés… 

¿Es bastante con éstos?

 

ROSAURA

Sí, prima; admirada estoy.

 

ALDORA

Ea, haced que en breve tiempo,

aparezcan a nuestros ojos estas cuatro figuras.

 

Aparecen en escena los cuatro, tal como los ha nombrado.

 

ROSAURA

Válgame el cielo, 

¿qué veo, hermosa Aldora? ¿Qué es esto?

 

ALDORA

Este que ves tan galán,

que ante un espejo traslada las perfecciones

de su valeroso y airoso cuerpo, es Federico, polaco.

 

Va señalando a cada uno.

 

Aquel que está leyendo, estudioso y distraído,

es Eduardo, del reino de Escocia, noble príncipe.

Sabio, ingenioso y juicioso, filósofo y astrólogo.

Aquél, que adorna su pecho gallardo de limpio acero,

es el valiente Roberto, Príncipe de Transilvania.

El que allí se ve ensimismado, mirando el sol de un retrato bello,

es el famoso Partinuplés, noble heredero de Francia

por ser sobrino del rey,

quien le ofrece en casamiento a Lisbella, prima suya.

Príncipe noble, modesto, apacible, cortesano,

valiente, con gran ánimo y sensato.

Este es el más digno de ser tu dueño entre los demás.

Si no estuviera – como te he dicho—arreglado su casamiento

con Lisbella.

 

ROSAURA

¿Con Lisbella?

Por eso, Aldora, por eso me inclino por aquel hombre.

 

ALDORA

Dificultad tiene, como te he dicho.

 

ROSAURA

¡Ay, Aldora! Si no la tuviera, otro me agradara.

Pero, si es de otra, ¿cómo no intentar un imposible,

por envidia o por deseo, aunque tenga menos cualidades?

 

ALDORA

¿No es galán el de Polonia?

¿No es sabio el de Escocia?

¿Hermoso el de Transilvania?

 

ROSAURA

Si el de Polonia admira sus gracias en su espejo

y presume de ellas;

¿cómo tendrá halagos para mí?

Si es filósofo el de Escocia, astrólogo y estrellero;

¿cómo tendrá tiempo de acariciarme,

ocupando su pensamiento y quitándole tiempo al estudio?

Si es tan bravo Roberto, ¿quién duda que destruirá

el muro de mi corazón con fuerza y tiranía?

¿Y si fuera él, el fiero monstruo que amenaza

con arruinar mi vida y la de este imperio?

 

ALDORA

¿No es mucho peor rendirse a otra hermosura?

 

ROSAURA

No exageres, que todo el mundo sabe

que no hay excepción en la grandeza.

Yo lo difícil intento; lo fácil está al alcance de todos.

 

ALDORA

Pues, emperatriz, puesto que Partinuplés te agrada,

te ofrezco toda la ayuda que esté en mi mano.

Yo haré que un retrato tuyo aparezca a su vista 

y así el amor empiece a tener efecto.

Ven conmigo.

 

ROSAURA

Voy contigo.

Desde hoy, dios tirano, niño ciego,

soy humilde mariposa que se quema en tu dulce incendio.

 

Los personajes se van.

definition

License

Icon for the Creative Commons Attribution 4.0 International License

El conde Partinuplés Copyright © by n00637776 is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 International License, except where otherwise noted.